Colombia se unió temporalmente a los países que le dan la espalda al fracking. El Tribunal Administrativo de Cundinamarca mantuvo la suspensión de esta técnica que extracción de petróleo y gas que ha sido prohibida en más de 15 países, pero dio aval a pruebas piloto.
Y aunque la suspensión es de manera temporal, da un ápice de alivio para estudiar mejor los efectos de esta técnica de extracción que se basa en abrir un hueco a lo largo de 3 kilómetros bajo la tierra y después inyectar una mezcla de agua, arena y químicos para fracturar el subsuelo y obtener gas y petróleo.
Por: El Tiranosaurio Digital
Basando en la ausencia de estudios técnicos que garanticen que con esta actividad “no se pondrá en riesgo la salud, el aire, el agua, el subsuelo y en general a todo factor integrante del medio ambiente” es que el alto tribunal mantuvo la suspensión que viene desde 2018.
Y es que según la Alianza Colombia Libre de Fracking, esta técnica “conlleva un alto riesgo de afectación al agua, que es de vital importancia para la vida y la supervivencia”.
Frente al caso, el Gobierno Nacional, a la cabeza de la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suarez, ha manifestado en varias ocasiones que, de no acelerar los hallazgos de nuevas reservas de gas y petróleo, Colombia se vería en la necesidad de importar gas natural para la región norte de Colombia. De ahí nace el afán del Gobierno.
Es por esa, y otras razones, que el tribunal no cerró definitivamente las puertas a este polémico tipo de extracción sino que condicionó la manera de hacerlo. Ordenándoles principalmente la protección de los acuíferos subterráneos y procurando no afectar la salud de las personas por la emisión de material particulado o de gases como el metano. Dos factores que parecen imposibles de cumplir, porque uno de los principales riesgos de esta extracción podría generar la contaminación de cuerpos de agua potable, tanto subterráneos como superficiales”, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
Y es que, según la alianza, “los proyectos piloto no solo pueden ser la puerta de entrada para esta nefasta técnica sino que además su magnitud y escala no pueden ser comparables con los cerca de 1.200 pozos que se estiman podrían estar en actividad con el desarrollo a plenitud de esta técnica”.
“Con los planes piloto, el Gobierno, de manera velada y burlándose de la oportunidad dada por el Consejo de Estado, está impulsando proyectos comerciales, cuando el aval es para una investigación de carácter científico”, dijo a Efe Carlos Andrés Santiago, vocero de la alianza contra el “fracking”.
Y mientras que la viabilidad del fracking sigue sobre la mesa y los argumentos de ambas partes rondan el dilema, cientos de ciudadanos preocupados por el medio ambiente marchan constantemente mostrando su rechazo a esta técnica que ha sido prohibida en Irlanda, Bulgaria, Nueva Zelanda, república Checa, República Sudafricana, Suiza, Italia, Inglaterra, algunos estados de Estados Unidos, Escocia y España.
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